Hay veces en las que un futbolista, un entrenador, incluso un presidente, con frecuencia de un deporte de masas como el fútbol, trasciende su ámbito y su disciplina para convertirse en un fenómeno social. Las más de esas ocasiones, esta circunstancia tiene que ver con una cuestión de carisma, puro y duro. En las menos, aparece algo probablemente más difícil de cultivar: un método, una disciplina, un hallazgo, una fórmula de trabajo.
Ahí está el ‘partido a partido’ de Simeone, tan divulgado y popularizado, tan extendido. Y ahí está su última aparición audiovisual, en Amazon, en una suerte de ‘confesiones’ que llegan en una hora nada casual. Él mismo así lo ha entendido y, por ende, lo ha revelado: “es un buen momento para mostrar cosas que en mi vida nunca me gustaron mostrar”. ¿Cuáles?
En esta cinta, tan pertinente, y en una plataforma audiovisual de tanto tirón, Diego Pablo busca transmitir la inspiración, la energía, los rasgos que son marca de la casa, en una serie que sigue los pasos que ya se dieran con las figuras de Sergio Ramos o Fernando Torres.
Ahora exactamente hace una década, llegó a su club para devolverlo a la gloria. Y, sin duda, más allá de la técnica, del conocimiento, de la experiencia, incluso de la furia que le precedía, adornaba y distinguía como jugador, ha sido extraordinariamente relevante, enormemente influyente en los resultados del equipo y los títulos que ha podido levantar ‘el ambiente’, ‘el clima emocional’ que ha sido capaz no sólo de crear sino de mantener, estando a las duras y a las maduras.
Esa fortaleza mental, que no quepa la menor duda, es la que, hoy por hoy, incluso en mitad de una temporada más que renqueante, le permite seguir disfrutando del crédito de la mayor parte de la afición. Porque la hinchada intuye y hasta sabe que, por encima de los futbolistas y los fichajes, hasta del propio juego, algo hay en el alma del club que volverá a impulsarlo, con o sin permiso ajeno, hasta la cima.
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